Wednesday, October 10, 2007

POBLACION



Escrito por: Juan Groening

La ciudad es un conjunto de elementos variados. Se puede conseguir ciertos subconjuntos de variedades. Están las mujeres hermosas, están los ejecutivos haciendo negocios, los obreros trabajadores, los ociosos, una cola de carro. De todo uno se puede conseguir.
A medida que el tiempo pasa las ciudades van creciendo, y cada vez los recursos se van agotando. Nótese que a veces cuando vas al mercado vas a pagar y el cajero está ocupado y se forma una cola, en un tiempo variado. A medida que la población crece se va aumentando la cantidad de maneras de pensar. Cada persona sigue ciertas modas, ya sea escuchando ciertas músicas o vistiendo de tal manera. A medida que pasan estos hechos los recursos se agotan y el hombre se ve necesitado en crear una manera de sobrevivir. Entonces avanza la tecnología. Y a medida que avanza se le facilitan mas las cosas (A veces no tiene que moverse), y como consecuencia de eso se aísla.
Leyendo Desde el Jardín, somos una especie de Chance Gardiner, el protagonista de la novela, hacemos todo lo que nos dice los Medios de Comunicación, solo por pertenecer a una sociedad (Cada quien imita algo), a veces somos una Naranja Mecánica, condicionados como está el personaje Alex de la novela de Anthony Burges. Ciertas reglas impuestas por la sociedad, nadie está marginado.

BUSCALA



Escrito por: Juan Groening

Viendo cosas de muchas formas.
A veces son amorfas.
Otras veces tienen formas tan abstractas.
No consigo el patrón.
Tú los conoces.
Y yo los busco.
Debes darme ese significado.

Búscala por favor.
Dame la esencia.

Viendo formas anchas.
Viendo formas gruesas.
No puedo dejar de intrigarme.
Hacia dónde nos llevará.
Puesto que todo parte de una forma sencilla.
Tú lo conoces todo.
Son unos fractales.

Dame esa pista.
Que yo solo busco.
No hay ninguna clave
Ni ningún patrón.
Solo es lo que veo.
Y no consigo percibir nada.
De lo que tú percibes

Tuesday, October 09, 2007

EL AUTOBUS



Escrito por: Juan Groening

Montado en aquel autobús, a toda velocidad mirando todo lo que estaba a mi alrededor. No esperaba nada. Solo esperaba regresar pronto a mi destino. No sabiendo cuál era. Encontrándome con los que me esperan si es que hay alguien.
Mientras tanto el tiempo avanzaba, no sé si uniformemente, pero cada minuto pasaba sin yo darme cuenta. Pasaba sin parar. No conocía el punto. Solo iba, esperando que cualquier cosa sucediera.
El destino era lo que decidía que sucedía conmigo, solo él. Lo demás era solo experiencias. Experiencias que pasaban muy rápido. Y solo quedará olvidarlas o contarlas.